Fuerza vikinga VS fuerza azteca

Al salir de Lisboa con dirección a Porto el clima lusitano no pintaba del todo bien porque desde el Atlántico habían llegado fuertes vientos fríos y una gran cantidad de nubes que taparon el lindo sol lisboeta. El camión hizo parada en la ciudad de Fátima, si dónde la Virgen se apareció a unasgemelas revelando tres secretos y lugar por el cual Pierre tiene curiosidad por visitar. Celi y su hermana se burlaron un poco diciéndole que la Virgen podía escucharlo desde Madrid, que no era necesario hacer una visita jojo.

Finalmente después de permanecer como 5 horas en el camión arribamos a la ciudad de Porto. Llegamos con un clima agradable que después se convertiría en tormentoso, como dice el viejo adagio "En Abril, aguas mil".

Porto está lleno de subidas y bajadas para ir a la catedral, para la biblioteca, para ir al río, los puentes, las plazas. Terminé exhausto a la mitad del recorrido y repetidamente le pronunciaba a mi compañero de Normadia:

Léo: Sigue sin mi!! Aquí me quedo

Pierre: Ohh Léo, qué paso con la fuerza azteca que llevas por dentro

Léo: Se quedo en el viejo continente junto con mi dignidad. Utiliza la fuerza vikinga para arrastrarme

Al final del día terminamos en un Mcdonald's porque empezó a llover y yo pude canjear un ticket que gané en una compra anterior por un refresco chico gratis. Poco después llego nuestra amiga Tutu y nos llevo a pasear por los alrededores en su coche. Llegamos al malecón para apreciar más lluvia y luego a cenar.

Fuimos a un lugar donde sirven las mejores francesinhas de Porto. Este platillo típico de la región en como un sandwich relleno de varias cosas como puede ser carne, fiambre, verduras, y que está cubierto con queso fundido y bañado en abundante salsa (esta salsa es receta secreta). Venía acompañada con papas fritas y una green.

La visita fue corta pero de lo mejor, me alegro mucho ver a mi amiga Celia y revivir el invierno que pasamos juntos en ese piso en Madrid.