18 abr 2008

Boscosa Sintra

Después de permanecer en Madrid, la siguiente escala de nuestras vacaciones fue la pequeña villa de Sintra en Portugal. A pesar de que seguía con un pie en México y otro en Europa, debido al cambio de horario, emprendimos el viaje desde Lisboa. Por suerte contamos con Inés quien nos llevó en coche y utilizó la carretera que rodea la costa para que pudiéramos contemplar el Océano Atlántico y sus playas.

Teniamos muy buen clima había un sol que si calentaba y un poco de viento. Nuestra primera parada fue en Cabo da Roca: el punto más occidental de Europa, osea lo más cerca que pude estar de México jeje. Ese día nos topamos con la congregación de motociclistas de Portugal, la punta estaba a reventar!!!


Sintra se parece mucho a los pequeños pueblos de México, muy tranquilo y estático. Antes de que subieramos los cerros que conforman a Sintra, hicimos una pequeña parada en la "Piriquita" el lugar en el que se consumen dulces y pasteles típicos lusitanos, entre ellos el pastel de Belem.
Como muchos sabrán detesto lo dulce y más si es en pan horneado así que no puedo dar un juicio objetivo sobre estos manjares, pero supongo, por la expresión que hizo Pierre, que son ríquisimos.

Lo primero que visitamos fue la Quinta da Regaleira patrimonio de la UNESCO. Este palacio fue construido por Carvalho Monteiro con la colaboración de Luigi Manini durante 1904 y 1910 últimos años en los que permanecería la monarquía portuguesa. Esta incrustado en el bosque y dentro esta lleno de fortalezas, pozos, torres, grutas que evocan lo que sería encontrarse con el eje del mundo, símbolos utópicos, quimeras; el infierno, el paraíso y el purgatorio extraídos La Divina Comedia de Dante.

Recorrimos todo desde del pozo más profundo hasta el Palacio y yo todo sonámbulo jaja. De ahí queríamos ir al Palacio de la Pena que está más arriba del cerro, pero como cerraba temprano no pudimos pasar a verlo, sólo contemplamos el parque y admirar la vista hasta donde supuestamente había una cruz la cual nunca encontramos.

Salimos del recinto casi a las 7 y yo iba en calidad de zombie y el día todavía no se terminaba...


7 comentarios:

am dijo...

Wow, Lisboa. Definitivamente uno de los lugares que quiero visitar antes de morir. Impresionante eso del castillo incrustado. Saludos!

am dijo...

Puse castillo y tú habías puesto palacio.
Palacio, castillo, es casi lo mismo no? jajaja.

Anónimo dijo...

y lo de los temas? O_o

Anónimo dijo...

Buenisimos... los dulces de la Piriquita ;) Todavía tengo el sabor en el palador... ;)

No había cruz, pero si un guardia que nos encero en el parque da pena !! Tuvimos que saltar el recinto jajaja

Edgar dijo...

Sintra es el lugar que más me gustó de Portugal. Algun día me gustaría vivir ahí. Yo compré un montón de dulces, luego en Cascais me quite lo enpalagado con medio pollo y unas papas que sabían raro...

Max dijo...

Am: Pues según yo Dandy también los agrupo en el mismo sentido, al fin y al cabo lo utilizaba la corte de alto abolengo.

R girl: pues el tema fue Sintra y su bosque ahhhh y que iba muerto. Literalmente!

Pierre: Pues si tu terminaste por comerte todos los dulces y yo con mi pay de carne jaja. Pues ya ves que en Portugal dicen una hora y a esa hora cierran no importando que haya gente adentro jaja.

Edgar: Si vamonos a vivir allá! Yo me apunto

Memo de León dijo...

Buu... ni una pinche foto culera de los mamasotes de Portugal :p

Sintra se ve de lo más agradable.