26 nov 2007

The object of my affection

One shouldn't be too hard on oneself when the object of one's affection returns the favor with rather less enthusiasm than one might have hoped.


Ultimamente floto entre nubes. La playlist Feeling butterflies se escucha todos los días es de ley, no puedo empezar el día sin ésta. Suspiros imparables y la reserva de películas cursis por la televisión se ha incrementado considerablemente.

Carlos dice que nuestro sentir se asemeja a lo que les sucede a las niñas de secundaria. Inexpertas y emocionales entregan sus ilusiones al tipo más carita de la escuela y juran que es el amor de su vida. Estos dos teenagers asisten a la fiesta de cumpleaños de Sandy y un vez terminada se confiesan que se gustan y al cabo de unos días se vuelven novios, pero no antes de terminar la escuela se entregaran a lo que Shakira llama sus propios instintos y las hormonas presentes. Por lo consecuente tendrán que casarse y la chica no conocerá a otro hombre, por lo que se dará cuenta que el chico no era ese the one que todo mundo espera encontrar.

Pues bueno bajo este contexto me encuentro, fantaseando más de lo debido. Los daydreams se convierte en mi pan de cada día, pero todo esto parte de una teoría que utilizo para explicar ese comportamiento. Cuando se tiene 16 años es fácil enviar cursilerías y acudir con tus amigos para que te echen la mano y así el chico que te gusta te mire, mas yo, y algunos otros, eramos tímidos y renuhentes a nuestros sentimientos que no vivimos esta etapa como los demás.

En secundaria me gustaba Toño, el chico de la papelería, pero seguro que si le hubiera platicado de mi sentir me habría escupido o pateado el trasero. Era peligroso enamorarse. Así paso hasta preparatoria que fue que me libre de mis propias ataduras.

Ahora, soy un adolescente atrapado en un cuerpo de un tipo de veintitantos. A pesar de todo no me pesa, porque está sensación me hace sentir realmente bien. Las cosas se intensifican: el rojo es más rojo, el sol brilla más, la clase de Economía no me parece tediosa. Debo admitir que es un alivio porque creí que había perdido a las mariposas, pero ahora sé que siguiéndolas se encuentra el objeto de mi afecto.

5 comentarios:

Karla Calderón dijo...

Por más años que tengamos, las mariposas seguirán revoloteando dentro de nosotros al observar al objeto de nuestro afecto. La sensación es inevitable. Sino, ¿qué caso tendría no sentir?

Edgar dijo...

Que cursi eres lenny!

Anónimo dijo...

Pero es bonito ser cursi :)
En secundaria no tenías 16 ¬¬ a lo mucho tuvimos 14.
No entendí porque pusiste lo de la niña de secundaria que se enamora y termina embarazada.
¿En serio el rojo es más rojo? Lo único que sé es que suspiras cada 30 segundos. Que bueno que te sientas tan bien :D

Max dijo...

Morrison: Creeme puedes forzar esa situación y no es nada agradable. Ahora me guio por corazonadas

Edgar: Jajajaja. Si lo soy y puedo llegar a freakear a mucha gente, pero seguro hay personas que me rebasan.

Rotten g: Lo que pasa es que las chicas inexpertas de secundaria son tan irracionales que su enamoramiento las lleva a ese tipo de situaciones. No están conscientes en que hay más peces en el mar. Es mas o menos mi situación.

Sii el rojo es más rojo y no un rojo cualquiera! Jajaja deja de balconear el tiempo de mis suspiros maldigo mi ser tan transparente.

Sofía Reyes dijo...

No sé, pero es mejor tener la adolescencia a cualquier edad que no tenerla nunca. Además no hay nada mejor que las mariposas y la sonrisa superboba, y el calorcito en las mejillas, y las ganas de besar y abrazar. Cof cof, pero claro, yo soy punk y eso no me pasa. Give me a fixxxxx, se escribio con una navaja Sid Vicious en el pecho.