Cuando era niño hice padecer muchisimo a mi madre. Siempre he sido una persona bastante despistada y por lo mismo me susceden toda clase de accidentes: cortadas, moretones, desmayos y que mi nariz sangraba mucho a tal punto que tenían que hospitalizarme para detener la hemorragia.
Al parecer, de alguna manera, tengo el hueso llamado "tabique" chueco, es decir desviado y entonces a la cualquier proocación ocurren las hemorragias y pues sigue y sigue hasta que no presione duro mi nariz para que coagule e impida que siga saliendo por mis orificios. Asi pase todas las etapas de mi vida. Infancia: la maestra me enviaba con la directora para que me llevaran al médico. Adolescencia: Podía ausentarme de educación física porque con cualquier pelotazo zaz!. Veinteañero temprano: En plena clase de inglés me escurrió lo que esperaba que fuera moco, pero no! La profesora se angustió y pidió a uno de los alumnos me acompañara al baño. Con el tiempo he podido acostumbrarme a ello. La sangre ya no me escandaliza ni le temo, es como rutinario o algo que se espera por temporadas como la primavera.
Y si hablamos de temporadas el verano trae consigo esto mismo. Con el calor me sangra la nariz, supongo que aumenta la presión arterial en mi cabeza o que sé yo, pero sangra y pues ahi ando con mis kleenex. Aunque también me da la oportunidad de ponerme creativo. Ven que cómodo me encuentro con mis propios leucocitos jajaja.