Somebody for someone

Hey look at me!!

Mi profesora de inglés del curso pasado tomó una de las clases para hablarnos de "good manners" y como es que ha cambiado la caballerosidad con el paso del tiempo. La discusión se puso buena cuando todos empezaron a expresar su punto de vista con respecto a las relaciones: que si la gente prefiere vivir en el concubinato, que si se casaron por comerse la torta antes del recreo, que si es malo que las mujeres aborden a los hombres, etc.

Lo que me dejó con la boca abierta fue lo que le sucedió a mi profesora. Ella tuvo una relación de once años la cual terminó porque el tipo la cambió por alguien más joven. Osea!!! Once años de tu vida!!! Once cumpleaños, once navidades, once aniversarios. Yo estaba estupefacto, pero ella sólo me sonrió y dijo que no lo veía como tiempo perdido, era cierto que le había dolido mucho y que nunca imaginó que las cosas terminarían así, pero no se había arrepentido del tiempo que le había invertido ya que había crecido como persona y los momentos que vivió los volvería a repetir con él si así fuera.

Sinceramente pensé que si yo hubiera sido ella me hubiera hundido en la amargura y la desolación, pero en realidad es tomar la salida fácil. Sí, apesta que siempre estemos en el eterno poema de Sor Juana: Quién me quiere yo no le quiero, y a quien yo quiero no me quiere. Pero así es esto de las gelatinas algunas cuajan otras no.

Siento que estoy escribiendo una entrada para "Únete a los optimistas jaja". Lo que quiero decir es que a pesar de lo horrible que pueda estar la situación no deberíamos volverla peor con nuestro humor y ánimo. Bien lo dijo Samantha Jones "la diferencia entre sentirse bien o mal es poner una cara larga o sonreír aunque todo sea un completo desastre". O manejarlo como lo hace Poppy en Happy-Go-Lucky "si viene que bien sino pues tan bien", eso nos ahorraría mucha terapia.

Al final somebody's gonna make it right.